Ante la fiebre de un niño, lo primero que hay que hacer, es fijarse cuánto tiene de temperatura. A veces las mamás se alarman cuando los niños tienen 37,5°C, y ya le dan medicamentos. Las mamás tienen que conocer que la fiebre no es en sí misma una enfermedad, sino un signo de alarma de nuestro organismo, a la vez que un sistema de defensa.
Entonces, ante un cuadro febril, todo lo que hagamos, será para aliviar el malestar del pequeño. Para esto podemos recurrir a los métodos físicos, como un baño con agua tibia, y, si la fiebre es mayor de38°C, recurrir a los antitérmicos. El paracetamol o el ibuprofeno, en las dosis adecuadas para cada edad, y según la indicación del pediatra de cabecera. Pero recuerden, mamis, que el objetivo no es bajar bruscamente la temperatura, sino darle confort al niño. Mientras, ya estaremos en condiciones de consultar al pediatra, que será quien decidirá el tratamiento más adecuado, según la enfermedad que haya provocado la fiebre.
15 junio 2013
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