24 septiembre 2011
¿SABÉS POR QUÉ LE INDICAMOS HIERRO AL BEBÉ ?
Tu hijo, durante su primera año de vida, crece mucho y muy rápido. Él al nacer tiene depósitos de hierro, pero no le alcanzarán. Si bien a los seis meses tu bebé empezará a comer, y al hacerlo, incorporará nutrientes, los investigadores han observado que, en general, el hierro recibido no es suficiente. Si falta hierro, se produce anemia, y sus consecuencias son, entre otras, trastornos del crecimiento y del desarrollo intelectual, aumento de las infecciones, irritabilidad, etc.
Cuando el bebé toma pecho, la absorción de hierro está favorecida, pero igual es necesario agregar hierro. Si tu bebé fue prematuro, es posible que su pediatra se lo indique a partir de los dos meses, o, en casos especiales, aún desde el mes de vida. Si fue de término, se aconseja a partir de los cuatro o seis meses. Siempre se continuará hasta el año.
¿Qué hierro se da? Puede ser el sulfato ferroso o el hierro polimaltosado. El primero tiene un sabor menos agradable, por lo tanto, a veces se indica con jugos naturales ricos en vitamina C, como el de naranja, que, además, mejora su absorción. Tu pediatra decidirá qué es lo mejor para tu hijo.
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