11 diciembre 2011

Entonces, ¿cómo empiezo a complementar a mi bebé?


    Los alimentos deberán ser simples, de fácil digestibilidad, y  a la vez  ricos en los nutrientes que el bebé necesita:  la banana, la manzana, la pera: tienen hierro, entre otros elementos beneficiosos. Los cereales: arroz y harina o fécula de maíz les aportan vitaminas. No se recomienda el uso de trigo, avena cevada y centeno antes de los ocho meses. También calabaza, zanahorias, que aportan vitamina A, entre otras, y papas y camote. Si queremos aumentar las calorías, le agregamos aceite de maíz, preferenemente. En nuestra zona, que es mas barato y más difundido el uso del aceite de girasol, está bien su uso, pero no se recomiendan los aceites mezcla. Se le puede agregar leche de madre o la que el bebé esté tomando. Así, además de proporcionarle mayor energía, le agregamos un sabor que para nuestro niño es conocido.

¿Cuándo y por qué debemos incorporar otros alimentos?


   A los seis meses la leche materna comienza a ser insuficiente en los requerimiento de hierro de su bebé. Allí deberíamos comenzar a introducir las primeras papillas.
   Si el objetivo de la complementación alimentaria es agregar a nuestro hijo lo que a la leche materna le falta, entonces tenemos que tener mucho cuidado con lo que le ofrecemos.
   No debemos olvidar que durante esta época el bebé todavía está madurando sus órganos, por lo tanto, algunas comidas que para los adultos son adecuadas y satisfactorias, para el lactante puede convertirse en dañino, produciendo incluso algunos daños, como las alergias alimentarias, que durarán para toda su vida, si no se modifican a tiempo estas conductas.
   Las fórmulas y alimentos para bebés no incorporan mejores nutrientes que los alimentos naturales, de preparación casera.
   Otra cosa a tener en cuenta, es que, durante este período de introducción de nuevos alimentos, la visita al médico frecuente es muy importante, porque así el pediatra podrá evaluar el crecimiento y desarrollo y la introducción oportuna de cada nutriente.
   Un consejo: cuidarse de las publicidades engañosas.
 
©Suzanne Woolcott sw3740 Tema diseñado por: compartidisimo