Cuando un bebé rechaza el pecho, lo mejor será que nos pongamos a observar cuál es el motivo para que esto ocurra. Un bebé jamás va a rechazar el pecho si tiene hambre, siempre que se den las condiciones. O sea, un bebé sano, que no presente malformaciones en su boca o enfermedades que le impidan una correcta succión, debemos pensar que algo le molesta. Tal vez no lo estemos sosteniendo en forma adecuada, o estamos muy ansiosas por prenderlo, y entonces no le damos el tiempo suficiente, o tenemos demasiada gente alrededor con sus diversas opiniones.
¿Qué hacer entonces? Relajarnos, quedarnos solas con el bebé, o acompañada por el papá o algún familiar que aporte seguridad y que sea de ayuda, y empezar otra vez, sabiendo que en las primeras horas, sobre todo, es necesario que la mamá que amamante se tenga paciencia. Amamantar a un bebé no es ningún secreto. Es siempre agradable y placentero, cuando se hace con amor y con seguridad.
02 junio 2013
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